Este martes tuvimos una visita muy especial: el Señor del Otoño.
Con el cambio climático y el cada vez más largo «veroño», el Señor del Otoño anda algo despistado: las hojas cambian de color cada vez más tarde, los frutos de los árboles no caen, no llueve…está muy preocupado y ha venido a contárnoslo.
¿Por qué es tan importante la visita del Señor del Otoño en nuestro cole?
La naturaleza es una fuente inagotable de estímulos que respeta y favorece el desarrollo de nuestros niños, que desde bien pequeños y de manera casi inconsciente, aprenden sus leyes progresivamente, y van asimilando la manera en que su entorno, va cambiando.
En nuestro cole estamos rodeados a diario por los colores y ciclos de la naturaleza, lo que favorece y refuerza los procesos de aprendizaje de todos los que pasamos nuestros días expuestos a estos estímulos: aprendemos lo importante que es respetarla, cuidarla, admirarla o que hay otras formas de vida…todas estas experiencias enriquecen nuestros días.
¡Qué venga ya, qué venga ya!
Pero…como es normal a estas edades, nuestros peques también son impacientes y esperaban la llegada del Señor del Otoño repitiendo a coro y muy fuerte: ¡qué venga ya, qué venga ya! hasta que por fin, haciéndose un poquito de rogar, este particular personaje, hizo su entrada triunfal acompañado de un cariñoso aplauso.
Nos habló de la importancia de cuidar nuestro entorno, ser amables con la naturaleza, con los animales que nos rodean, el cuidado de uno mismo y también algo que le preocupa especialmente este año: que no llueve…
Todos hemos vivido intensamente esta visita: algunos de los más peques con un poquito de miedo, a otros que, el año pasado no le querían ver, este año han superado sus pequeños temores y estaban muy contentos, otros tenían muchas preguntas, otros lo han vivido con emoción, expectación…
En nuestro cole todas las emociones son válidas y las acompañamos desde el respeto y el amor tanto, tanto, tanto… como respetamos y amamos a la naturaleza.