Investigar, descubrir y disfrutar

La semana pasada hicimos nuestra primera salida del segundo ciclo para conocer mejor nuestro entorno.

Normalmente solíamos hacer la excursión del otoño, pero como cada vez tardan más en caerse las hojas de los árboles y la entrada del otoño cada año se retrasa más, pues decidimos salir igualmente a ver qué nos encontrábamos en nuestro paseo.

Bien agarraditos

Lo que implica ser ya de los mayores del cole es saber portarse fenomenal cuando salimos de excursión.

Bien agarraditos de la mano, cada uno con su parejita. Y un tren muy bien formado haciendo una larga serpiente. Y siempre por la acera, bien arrimaditos a la pared y saludando a los coches que pasan y nos pitan al pasar. Todos los conductores nos sonríen ¡Qué simpáticos!

El otoño se resiste

Aunque hace ya un  poquito de frío y las nubes oscuras en el cielo auguran lluvia, no conseguimos encontrar ninguna hoja en nuestro camino, ¡todas toditas están todavía en los árboles!. Pero seguramente no tardarán en caer, porque el viento nos acompaña en toda nuestra excursión, silva y mueve las ramas de los árboles con fuerza.

Cada clase hemos preparado una bolsa de papel para recoger todos los tesoros que encontraremos en nuestro camino.

Una excursión siempre está llena de aventuras, y cuando menos te lo esperas aparece un túnel maravilloso y un estupendo muro que escalar. La motricidad y el ingenio se ponen a funcionar.

Por fin encontramos algunas hojas secas que crujen bajo nuestros pies. A orillas del río Tormes los árboles ya van poco a poco perdiendo sus hojas. Encontramos muchos tesoros que nos ofrece la naturaleza. En especial una seta que encontramos (con mucho cuidado la miramos sin tocar ¡pueden ser venenosas!), piedras, palos, plumas, piñas…¡todo es muy interesante!

Con tanta aventura…de almorzar será hora

Y es que se nos pasa el tiempo volando, recogiendo, descubriendo, saltando, investigando… Así que nos preparamos para almorzar. Un círculo enorme para que podamos disfrutar de lo que nos ha preparado la Tata. Y ya de paso hacer recuento de todo lo que hemos recogido.

Incluso jugar con ello es una buena idea, ahora que ya tenemos la panza llena.

La Alameda

Esta es nuestra parte favorita de la excursión. Muchos árboles donde esconderse, muchas hojas que pisar, cuestas que bajar «volando» y muchos tesoros que encontrar. ¿No es genial tantas cosas en una sola excursión?

Y, por supuesto, siempre hay hueco para el descanso, una buena conversación, hacer nuevos amigos o ¿por qué no inventar un juego nuevo?. Cuando se les da libertad de juego, es maravilloso observar cómo la imaginación y la creatividad absorben todos sus sentidos.

Y con tantas cosas, la mañana se nos ha pasado rápido rapidito…y ¿no os hemos contado que también ha venido a la excursión un oso panda? ¿Que no os lo creéis?…¡Tenemos foto para demostrarlo!

Alucináis ¿verdad?, pues nosotros también, ¡Ha sido genial!:)

Vuelta al cole

Así que caminito caminando, con panda, bolsas llenas y energías renovadas con tanto aire libre, volvemos al cole. No sin antes encontrarnos al menos un árbol de otoño, lleno, llenito de hojas amarillas…el único que hemos encontrado. Y algún bichito que otro que suscita nuestra curiosidad.

 

¿Qué os ha parecido?, súper divertido, ¿verdad? Pues os informamos de que sólo estamos empezando y calentando motores para todos lo que nos espera este año.

¡Lo tenéis que disfrutar con nosotros!