Imprescindible que haga calor, para:-que maduren los «peruchos» (que ya empieza la temporada)¡Mmmm! ¡qué buenos están!.

– Poder disfrutar de las sombras echando una «siestecilla».

– Para darnos aire con los ventiladores manuales y por supuesto  para jugar a mojarnos llenando las lanzaderas de agua, que no es tan fácil. Y todo en nuestro maravilloso jardín donde siempre hay aventuras.

«peruchos» a puñados.

¡Qué buena siesta!