¡Ha sido divertidísimo! ¿Sabéis por qué?
A estas alturas del año ya sabéis que en la escuela infantil Los Rosales nos encanta experimentar, tocar, probar, descubrir, disfrutar y hacer, sobre todo hacer. En la actividad de hacer chorizos hacemos todas esas cosas. ¿Queréis saber cómo es eso posible?
Conocemos todos los ingredientes
Palabras nuevas que enriquecen nuestro vocabulario, orégano, nuez moscada, bolitas pequeñas que se llaman pimienta y «pimientón», que le da ese color rojo tan bonito a la carne picada.
Observamos, tocamos y olemos. Tenemos que experimentarlo con todos nuestros sentidos… y por eso algunos también probamos los ingredientes, la curiosidad nos puede aunque después necesitemos un poquito de agua y un pedacito de pan para aliviar ese sabor tan raro de la pimienta y el pimentón juntos en la boca. Las especias nos producen mucha curiosidad.
El truco del almendruco
El ajo bien picado y todo bien mezclado. Amasamos bien, una y otra vez, motricidad fina y motricidad gruesa se ponen a funcionar.
La higiene es importante, antes y después de cocinar, las manitas siempre tenemos que limpiar.
Y ahora lo más importante: hacer el chorizo. Colocamos la carne en la maquina de hacer chorizos, ponemos una tripa vacía en el otro extremo, y le damos a la manivela…¡la carne empieza a salir! ¡Qué curioso!. Ahora hay que atarlo bien fuerte para que no se suelte y se desparrame toda la carne. Y ¡ya está!, preparado para llevárnoslo a casa y disfrutarlo en familia.
Los abuelit@s y mamás que han venido a esta actividad también han tenido que trabajar mucho. Nos han ayudado a que todos experimentáramos con las especias, a preparar las tripas, a hacer que la máquina de hacer chorizos funcione, a atarlos bien…y a nosotros nos encanta esta ayuda. ¡Muchas gracias!
Y esto no es todo…
Todavía los tenemos que probar. Un poquito más de sal, un poquito menos de pimienta… la receta siempre se puede mejorar, pero año tras año siguen estando riquísimos. Nosotros lo almorzamos con un poquito de pan, pero en casa con un huevo, mmmmmm…¡vaya manjar!. ¿Lo habéis probado?
Además de todo esto, recordar la actividad, secuenciarla, contarla y dibujarla, es algo que nos encanta hacer. Descubrimos detalles que habíamos pasado por alto. Siempre hay alguien observando lo que para otros pasa desapercibido, y así, todos juntos ponemos en común lo que nos ha llamado la atención, lo que nos ha gustado, lo que no nos ha gustado tanto y empezamos a esperar con ganas qué será lo siguiente que encienda esa chispa de emoción…Hada del Invierno, está haciendo mucho frío… ¿vas a llegar ya?