Cada mañana nos asomamos a la huerta para recolectar frambuesas, calabacines  y  fresas, de paso observamos como van creciendo las demás  hortalizas.

Este es un rato muy agradable que nos ofrece nuestra escuela, en el que mayores (5,6 años) y pequeños(2,3 años) comparten tiempo y espacio. Os aseguramos que la experiencia es muy enriquecedora, los niños aprenden valores importantes en estos días que vivimos tan deprisa, los más pequeños miran con admiración como recolectan los mayores y los mayores están encantados y se hacen más grandes enseñando a los más»chicatos». Les enseñan por donde se camina en la huerta, como se cogen los frutos, y donde colocarlos, incluso hablan bajito y se mueven con cuidado. ¡Es sencillamente «encantador»!

Os dejamos unas fotos.